El adagio latino es un ritmo donde la mano -de la muñeca a las uñas-, se mueve como lo haría Maya Plisétskaia y el resto del cuerpo se pone en marcha como el de una odalisca en celo.
Al margen del baile, durante la tarde de ayer se fueron calentando motores para la velada de anoche. En Este es el Show, la Coki adelantó su estrategia: “Hoy (ayer) me desperté sintiéndome más enamorada que nunca de Marcelo”. Más de un año de cachondeos mediáticos con tonada, para avisar que ayer iba a ser protagonista de la gala. “A Marcelo lo amo como es y no le cambio nada. La gente se da cuenta de que hay algo especial”.
Luego, y para demostrar que no sólo Luisito Juez sabe llenar los zócalos de las pantallas, esta cordobesa de pura cepa metió otra placa roja: “Pienso que lo veo a la noche y las piernas me van a empezar a temblar. Voy a buscar el beso, pero me gustaría que él me bese”.
Hace algunos días, la paraguayita del estuche cárnico para celulares -Larissa Riquelme, ¡co-rrrec-tuu!- también beso la comisura más deseada de la tele: la de Tinelli. ¿El adagio es el ritmo en que las mujeres concretan los estímulos sexuales que despertó el caño?
Se sabe: el ritmo que hereda el caño aumenta el placer de las participantes y da rienda a las caricias húmedas que, indefectiblemente, terminan en la unión de los labios del conductor, cuya boca no era tan fatigada en cámara desde los años en que se mandaba cinco alfajores al hilo.
“Hoy tengo que meter al menos cuatro parejas, papi”, le avisó Marcelo al locuaz de Tito, ahora profesor de “abdominales”. En el adagio los puntajes venían bajísimos y Tito, que parecía un Fantasma de la Opera anabolizado, no levantó cabeza. De cara a la noche de sentencia (el jueves), el panorama para Tito es desalentador: 22 puntos. Luego llegó Zaira Nara que habló de su positividad pese a todo. Antes de la coreo, y desde la tribuna, el fan de las Nara contó que estuvo en lo de Wanda, en Italia, y desmintió rumores de separación. Zaira bailó muy bien. La hermana menor redondeó 29 puntos. Podio de un ritmo demoledor.
Finalmente, la Coki salió con todo. “Yo te amo”, maulló. Después le cantó una canción que escribieron especialmente para su estado de ánimo. Un melodrama musical donde pasan los días y las esperanzas se esfuman hasta que, de golpe, una sombra muestra su luz (sic). Sólo porque la calificación es por bailar, a la Cordobesa le pusieron tristes 23 puntos.
Y Coki lloró. «






















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