Mónica Farro y su boca deseada


No hay otro motivo más que los retorcidos escandaletes que inventan noche a noche para “ShowMatch” rinda lo que tiene que rendir. Por eso es que, primero, ‘la noticia’ fue que Mónica Farro y María Eugenia Ritó estaban a los besos en el camarín de la primera (¡vamos ratones, actívense!).

Después, ‘más información’: la Farro estaba chocha cuando llegó a carearse con el jurado en la pista del “Bailando...”. Minutos más tarde, la alegría se tornaría en pesar, en llanto, en dolor intolerable...

¿Por qué?: porque a los ‘freakes’ del tribunal no le gustaron sus... ¡zapatos! Vamos a la cronología de tales barbaridades: Apenas la saludó, Marcelo Tinelli le preguntó si era cierto que María Eugenia Ritó le había dado un “piquito” en su camarín y la vedette no sólo no lo desmintió, sino que dijo que la sorprendió el beso.

Es más, desde bambalinas, Ritó afirmó pícaramente: “Me atrajo su boca carnosa y me calentó mucho su caño” (¡andáaaa!).

Luego, llegó la hora del baile y los ánimos se caldearon cuando el jurado le brindó su devolución que, curiosamente, terminó centrándose en el calzado de la participante. La primera en quejarse de los zapatos de Farro fue Graciela Alfano, que dijo que “le molestaban” porque la perjudicaban para el baile (¿?).

Pero el choque de frente, y sin airbag, lo tuvo con Flavio Mendoza; que no sólo sostuvo los dichos de Alfano sino que fue más allá: “Hay que invertir en uno si es que somos artistas, sino: verdulería”.

A Moria Casán, en cambio, los zapatos le encantaron y Aníbal Pachano fue el único que se fijó en ‘otra cosa’: el rictus (sic) de la bailarina. Todo bien con el showcito, ¿no? Pero: ¿era necesario caer tan bajo?; por lo zapatos, digo...

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