
viernes, 21 de octubre de 2011
Marcelo Tinelli, el conductor de "Bailando por un sueño", volvió a la infancia, y lo hizo de la mano de su entrañable amigo Federico Hope. Es que los chicos se pusieron a jugar, durante la performance del electro-dance de Sofía Pachano y Silvina Escudero, con las pistolas de agua que las bailarinas necesitaban para la coreografía.
En un momento del baile ellas dejaron los juguetes en el piso, y sin saber Hope y Tinelli que las volverían a necesitar, las levantaron y, como niños chicos, empezaron a "challarse".
Las participantes tuvieron que suspender la coreografía, reacomodar el sutil escenario y volver a empezar.
“Tiraron las pistolas para el costado y nosotros las agarramos para jugar. Hoppe es un tarado, estábamos jugando como dos idiotas. Perdón chicas”, se excusó Tinelli.
¡Quietito nene, quietito que estamos trabajando!
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